El último encuentro de Andolini tuvo lugar el pasado fin de semana durante su visita al Museo de Arte Contemporáneo de Lyon. Durante su visita, Andolini se topó con un supervisor de museo en los aseos. Este apuesto supervisor de museo era un estudiante de sociología de la facultad Lyon 1 que trabaja para ganarse un dinero extra.
Andolini comprendió que el supervisor estaba a punto de marcharse tras su jornada de trabajo. Andolini aprovechó este encuentro improvisado para abordar al supervisor. Los dos hombres entablaron una conversación, que rápidamente se convirtió en una discusión cubierta de insinuaciones picantes. El supervisor comprendió rápidamente el juego de Andolini y le ofreció su número de teléfono.
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