Andolini está en París para encontrarse con un bombón en la sala de fitness de su hotel. Un rusito viene a dar una clase privada de fitness a un huésped del hotel. Los dos hombres no tardan en darse cuenta de que podrán hacer toda una serie de ejercicios juntos.
Los dos hombres toman asiento en la sala de Andolini para probar algunos ejercicios nuevos para el entrenador. Andolini asume el papel de entrenador con talento y deja que el ruso lo dé todo en este puesto, que al parecer aún no domina.
La sesión en detalle... aquí.
