Andolini, quebequés de paso por Lyon, no podía dejarlo pasar sin intervenir. Andolini ofreció a su homólogo una copa en su casa cuando llegó.
El quebequés no tarda en darse cuenta de que el vaso tiene dos bolas y una bellota. En este episodio, Andolini va a mostrarse muy diplomático y cortés con su visitante.
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