Andolini había ido al cine en el centro comercial Part Dieu y, al final de la proyección, se había instalado en la terraza del centro comercial para tomar un café. En ese momento, se sorprendió al ver pasar a su amigo Hood Broner. Andolini tomó su café y se sentó con él para hablar de su último encuentro. Durante este tiempo, Andolini no pudo evitar pensar en lo que podría volver a hacer con él. Andolini decidió enviar un mensaje a su amigo de Lyon, Canaillou. Andolini sabía que Canaillou tenía un lado animal que su amigo despertaría sin dificultad.
Canaillou, ya cerca del centro comercial, se reunió con Andolini y su amigo en la terraza. Tomaron un café y hablaron de todo y de nada. Andolini empezó a caldear el ambiente tanto por parte de Canaillou como de su amigo.
La trampa acababa de cerrarse para los amigos de Andolini, que no pudieron resistirse a la invitación de Andolini de ir a su casa.
Una vez que Hood Broner llegó a casa de Andolini, se lanzó sobre Canaillou. Entonces Canaillou sacó sus bazas y, tal y como había previsto Andolini, se transformó en un demonio a imagen y semejanza de Andolini.
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